La ‘Impresión Bajo Demanda’ (IBD), que se conoce de manera generalizada bajo las siglas en lengua inglesa POD Print On Demand), es un tipo de técnica que se utiliza para imprimir libros y cualquier otro tipo de documento a razón de un número determinado de unidades solicitadas. Ello favorece las tiradas cortas y a un coste fijo por copia, independientemente del número de unidades que se impriman.
Se trata de una tecnología que se ha desarrollado tras el establecimiento de la impresión digital, la única que podía permitir este tipo de impresión de manera competitiva, desde el punto de vista económico, frente a otro tipo de modelos tradicionales, como la impresión tipográfica y la impresión offset, donde los costes de producción son mucho mayores.
En el sector del libro, supone un sistema de producción en el que se puede imprimir según las necesidades que se deseen cubrir. La impresión bajo demanda actual permite la producción de una sola copia a la vez. Esto solo es posible utilizando las nuevas técnicas de impresión digital.
A diferencia de lo que significan las producciones de tiradas muy cortas (de 50 a 100 ejemplares), la impresión bajo demanda permite la producción de un libro como una respuesta específica a una orden del cliente sin necesidad de formar parte de ningún stock. Del mismo modo, al facilitar la reimpresión “a la carta”, los títulos no están agotados nunca.